La obesidad se ha consolidado como uno de los principales problemas de salud pública en España. Con más del 60% de la población en riesgo o padeciendo obesidad, el país enfrenta una crisis de salud que afecta tanto a individuos como al sistema sanitario en su conjunto. Según el informe ‘Situación sanitaria y social de las personas con obesidad en Españaenl’, presentado en marzo de 2024 en el Congreso de los Diputados por la Alianza por la Obesidad, las deficiencias en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad crónica son alarmantes. Este informe busca establecer una hoja de ruta clara para abordar la obesidad en nuestro país y ha puesto de manifiesto la urgencia de reconocer esta condición como una enfermedad crónica y multifactorial.
La obesidad: una enfermedad infradiagnosticada
Una de las conclusiones más relevantes del informe es que la obesidad sigue siendo ampliamente infradiagnosticada en España. Según los datos presentados, solo el 69% de las personas que padecen obesidad ha recibido un diagnóstico formal. Esta cifra es preocupante si se tiene en cuenta que la obesidad es un factor de riesgo clave para numerosas enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
La doctora Irene Bretón, miembro de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), alertó sobre la falta de una coordinación adecuada entre los diferentes profesionales sanitarios que tratan a los pacientes con obesidad. «Hay una falta de individualización y personalización en la atención a las necesidades del paciente, incluidas las emocionales», afirmó Bretón. Además, señaló que la formación y el conocimiento sobre la obesidad entre los profesionales sanitarios es insuficiente, lo que agrava el problema. Esta falta de atención personalizada y la escasa coordinación asistencial contribuyen a un manejo subóptimo de la enfermedad.
El estigma social: un obstáculo añadido
Más allá de los problemas de diagnóstico y tratamiento, la obesidad sigue cargada de estigma en la sociedad. Las personas con obesidad a menudo enfrentan prejuicios en diversos entornos, como el laboral, social y educativo. Este estigma, según el doctor Albert Lecube, miembro de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), afecta gravemente la calidad de la atención que reciben estos pacientes y contribuye a la discriminación en el acceso a los servicios de salud.
Lecube subrayó que es crucial desmantelar la idea de que la obesidad es simplemente el resultado de malos hábitos o una falta de fuerza de voluntad. «Una persona no elige tener obesidad, es la enfermedad la que elige a la persona», afirmó. En este sentido, resaltó la importancia de que las estrategias para combatir la obesidad sean integrales, incluyendo no solo cambios en el estilo de vida, sino también todas las herramientas que la medicina moderna ofrece, como la cirugía bariátrica. «No podemos aceptar que la obesidad siga siendo una puerta abierta a la inequidad y la discriminación a lo largo del proceso asistencial», añadió.
Propuestas para abordar la obesidad en España
Frente a este panorama, la Alianza por la Obesidad ha presentado 12 propuestas clave para reducir el impacto de la obesidad en la salud pública y mejorar el bienestar de las personas afectadas. Estas propuestas se centran en la creación de un enfoque integral para el manejo de la obesidad, que incluye la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento personalizado. Entre las principales medidas se encuentran:
- Reconocimiento de la obesidad como enfermedad crónica. Esta medida permitiría a las personas con obesidad formar parte de la Ley de Garantías del sistema sanitario español.
- Campañas de concienciación. Estas campañas buscan sensibilizar a la población sobre la obesidad como enfermedad y no como una cuestión de responsabilidad personal.
- Programas de educación en las escuelas. La promoción de hábitos de vida saludables desde edades tempranas es fundamental para prevenir la obesidad en el futuro.
- Formación para profesionales sanitarios. Es esencial que los médicos y otros profesionales de la salud reciban formación específica sobre el manejo de la obesidad.
- Detección precoz. Implementar programas de cribado para identificar casos de obesidad y sobrepeso en sus etapas iniciales.
- Tratamiento personalizado. Establecer protocolos que permitan una atención individualizada y multidisciplinar para los pacientes.
- Equipos multidisciplinarios. Crear grupos de especialistas que incluyan endocrinólogos, psicólogos, nutricionistas y otros profesionales para tratar la obesidad desde diversas perspectivas.
- Priorizar la cirugía bariátrica. Incorporar la cirugía bariátrica en las listas de priorización de los sistemas sanitarios y garantizar el seguimiento adecuado.
- Coordinación entre profesionales sanitarios. Mejorar la comunicación y coordinación entre los diferentes especialistas involucrados en el tratamiento de la obesidad.
- Acceso a la atención psicológica. Ampliar la oferta de tratamiento psicológico y terapia conductual para los pacientes con obesidad.
- Promoción de la corresponsabilidad. Fomentar que los pacientes se involucren activamente en su tratamiento a través de la educación y la información.
- Inversión en investigación. Impulsar la investigación científica para desarrollar nuevas estrategias y tratamientos para combatir la obesidad.
El impacto de la obesidad en la salud pública española es innegable y las cifras no dejan lugar a dudas sobre la magnitud del problema. Más del 60% de la población está en riesgo de padecer obesidad, y las consecuencias para el sistema sanitario y la economía del país son considerables. Las 12 propuestas de la Alianza por la Obesidad son una invitación a tomar medidas concretas para mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de esta enfermedad crónica, y para reducir el estigma asociado. Con un enfoque integral y multidisciplinario, España puede empezar a dar pasos decisivos hacia la reducción del impacto de la obesidad en la sociedad.
